viernes, 5 de marzo de 2010

Cuando el pasado te roba el futuro

El pasado puede ser un compendio de lecciones aprendidas o un pesado lastre.

El pasado es a veces como un amante egoísta que a toda costa procura impedir que disfrutes del futuro. Obsesionado con tenerte, te cela por las oportunidades que el futuro ofrece y dado que no puede competir, pues no tiene nada que ofrecer, simplemente opta por echar el candado y evitar nuestra escapatoria a lo nuevo.

Recientemente alguien me lo explicó muy bien. Solo imagínese atado a un poste por una liga, entre más usted se aleja más se tensa y más te atrae. En el máximo punto de tensión solo hay dos opciones o cortas la liga y avanzas con libertad, o la tensión te hala al poste y si… exactamente, te golpeas.

El pasado utiliza técnicas de realidad virtual, manipula tus recuerdos presentándolos idílicos, cuando la realidad es que probablemente esos recuerdos fueron fragmentos de un todo bastante amargo como para querer volver a él.

En otras palabras, es un engaño, o más bien, un autoengaño.

El pasado lo que te representa es una zona de seguridad y no porque sea buena, no, es solo porque ya la conoces.

En estas semanas de otra persona escuché otra interesante explicación que nos ayuda a entenderlo mejor, fue una frase corta pero de mucho significado: “Si quieres caminar sobre el agua, tenes que salir de la barca”.

La barca es seguridad, la seguridad que te ofrece lo conocido. Caminar sobre el agua no tiene ningún margen de comparación con la aburrida y vieja barca, pero no podes tener las dos cosas. O te quedas, o avanzas.

La diferencia entre el pasado y el futuro esta en una decisión.

Abandone esa barca! Empiece a vivir su futuro hoy. No importa lo que sea, si la embarcación ni con motor fuera de borda avanza, es una señal inequívoca de que es hora de abandonarla porque se volvió pasado. El quedarse implicará posiblemente no ver el puerto.


"Aunque nadie ha podido regresar y hacer un nuevo comienzo... cualquiera puede volver a comenzar ahora y hacer un nuevo final"
Francisco Javier

1 comentario:

  1. Definitivamente me encantó este fragmento sobre el pasado. Puedo asegurarte que no te equivocas en ninguna decripción. El pasado es como cuenta Jorge Bucay en la historia de su elefante, esa estaca al que lo ataban de pequeño fuera de la carpa y por más que intentaba soltarse no podía escapar. Así que luego una vez que creció al finalizar cada presentación en el circo le volvían a atar a la pequeña estaca que ahora podía desprender con gran facilidad, pero simplemente ya no lo intentaba porque recordaba que en su pasado nunca lo logró y simplemente dejó de intentarlo. Excelente Prima, me encantó y me indentifico montones con tus letras.

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